Las principales propiedades de una solución con base ácido hipocloroso generada mediante electrolisis son muy amplias. Esto se consigue pasando agua y sal por una membrana selectiva de alta tecnología, que hace que se separen el sodio de la sosa cáustica quedando como resultado el ácido hipocloroso estabilizado. Con el sodio eliminado, los beneficios de ácido hipocloroso se vuelven inmediatamente evidentes cuando es utilizado como biocida.
La eliminación de la sosa cáustica e hidróxido sódico hace que la desinfección sea posible sin requerir un pH alto, como si pasa con la utilización de hipoclorito sódico. Esta desinfección es proporcionada con un pH neutro (7-8) logrando gran eficacia en cortos tiempos de contacto, sin derivados cáusticos.
El estado iónico y molecular del ácido hipocloroso estabilizado está conformado, por un lado por ácido hipocloroso (HOCL) sin presencia de cloro molecular (Cl2), y por otro por agua (H2O). El poder desinfectante de la solución se caracteriza por el ácido hipocloroso y por otros oxidantes presentes, además de los efectos sinérgicos que tienen entre ellos.
Como desinfectante –de lo que ya hablamos en nuestro anterior post-, el ácido hipocloroso penetra fácilmente en las células bacterianas a través de la membrana citoplasmática de las mismas, actuando sobre las proteínas y ácidos nucleicos del microorganismo, originando la disrupción de las membranas, degradación de proteínas e inhibición de su síntesis. Además oxida a los grupos sulfhídricos (-SH) y ataca a grupos aminos, sus indoles y al hidroxi fenol.
Las ventajas de la propia solución así como sus ventajas de aplicación son las siguientes:
- Efecto antiinflamatorio y cicatrizante
- Amplio espectro contra patógenos
- Incoloro y soluble en agua
- Elimina el biofilm de las tuberías
- No tóxico. Puede usarse sobre personas y animales
- Fácil manipulación y estable en el tiempo
- Es biodegradable, no genera residuos nocivos
- Los microorganismos no desarrollan resistencias
- No mancha. No decolora las superficies ni los tejidos
- No afecta a las propiedades organolépticas de comidas ni bebidas
- No es corrosivo para materiales plásticos ni metálicos
- Barato de producir y disponibilidad asegurada