El proceso químico que consiste en erradicar los microorganismos lleva dándose en la naturaleza desde siempre. El desinfectante más antiguo que existe es el ácido hipocloroso que, a su vez, es el ingrediente activo del agua electrolizada, una solución creada cuando se utiliza electricidad para cambiar la estructura química de la sal y el agua.
Aunque pueda resultar lejano no lo es, el ácido hipocloroso es también una sustancia humana, creada por nuestros glóbulos blancos como parte del sistema inmunológico para combatir las infecciones, y ya se utilizaba antes de que existiesen los antibióticos, por ejemplo, en la Primera Guerra Mundial para desinfectar las heridas.
En cuanto a su uso como eficaz desinfectante, hay que tener en cuenta que la acidez de la concentración debe estar en torno a 7 para conseguir la máxima desinfección y ser neutro (inocuo para personas, animales y plantas). Si sube o baja esa concentración nos dará una mayor tasa de hipoclorito y de cloro perdiendo su efectividad contra los patógenos.
Recientemente la Asociación de Protección Ambiental de Estados Unidos ha aprobado el ácido hipocloroso, en formulación denominado HOCI, estabilizado como un desinfectante contra el SARS-COV2 en su forma líquida sobre superficies no porosas. Al tratarse de un producto natural libre de químicos peligrosos o perjudiciales no es tóxico y es 100% seguro para las personas.
El ácido hipocloroso contra el coronavirus 2 (SARS-CoV-2; COVID-19)
Según la Biblioteca Médica de Estados Unidos, el COVID-19 es un virus de ARN monocatenario de sentido positivo con envoltura de aproximadamente 60 a 140 nm de diámetro. La glicoproteína Spike S1 del virus se une firmemente al receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), lo que permite la entrada a la célula huésped.
La infección por COVID-19 crea una tormenta de citocinas, neumonía grave, insuficiencia multiorgánica y lesión cardíaca aguda. La transmisión se produce mediante la propagación del virus por contacto o por aerosol. Una vía común de propagación de este virus es a través de aerosoles respiratorios de una persona infectada. Al hablar las personas emitimos miles de gotas de líquido oral por segundo que pueden permanecer en el aire de entre 8 y 14 minutos. La COVID-19 es detectable hasta 3 horas en aerosoles de superficie, hasta 4 horas en cobre, hasta 24 horas en cartón y hasta 2 a 3 días en plástico y acero inoxidable. El ácido hipocloroso es un ácido débil que interactúa con proteínas estructurales como la cápside o los compuestos de superficie, la envoltura lipídica y los materiales de ADN / ARN de los virus.
Se ha demostrado en diversos trabajos de estudio que el ácido hipocloroso inactiva una gran variedad de virus, incluidos los coronavirus, en menos de 1 minuto. A una concentración de 200 ppm, el HOCl es eficaz para descontaminar superficies inertes portadoras de norovirus y otros virus en un tiempo de contacto de 1 minuto. Cuando se diluyeron 10 veces, las soluciones de ácido hipocloroso a 20 ppm aún son efectivas para descontaminar las superficies ambientales que transportan virus en un tiempo de contacto de 10 minutos. Los datos indican la necesidad de desinfectar las superficies potencialmente expuestas al COVID-19 para prevenir la transmisión.